Hoy os traemos una buenísima noticia: Hacienda estudia acabar con las multas por cometer errores en la declaración de la Renta.
Así es, La Agencia Tributaria analiza las consecuencias de incorporar el derecho a la rectificación del error del contribuyente al ordenamiento tributario. Además, el Pleno del Consejo para la Defensa del Contribuyente (CDC) ya ha formulado una propuesta para mejorar las posibilidades de rectificación de errores sin sanciones, como parte de una estrategia para incentivar el cumplimiento tributario voluntario.
Esta actuación responde a las críticas ante la situación de falta de derecho al error y aboga porque el contribuyente tenga derecho de acceso a su perfil tributario online los 365 días de año, las 24 horas del día, de los últimos cinco años y si ve que alguien ha detectado un error, que pueda corregirlo sin sanciones.
Los errores en las declaraciones tributarias se pagan. Ya sea despiste, omisión o intención. Da igual lo que haya llevado al contribuyente a rellenar mal los datos de la declaración de la Renta o no haberse asegurado de que la información recogida en el borrador era correcta. A la Agencia Tributaria le da lo mismo si es el error cometido ha sido sin querer o a propósito. Si cruza los datos y comprueba alguna irregularidad, abrirá un procedimiento sancionador.
Actualmente, quienes cometen un error en la declaración deben pagar una multa de 150 euros fijos, a los que se pueden sumar los intereses de demora si no se paga la multa en el plazo fijado. Esta cantidad puede ascender a 250 euros, dependiendo del tipo de error o información incompleta que se presente.
Ahora, la Agencia Tributaria ha iniciado la fase de estudio para analizar «la viabilidad» y los posibles efectos que tendría la «mera posibilidad» de incorporar el derecho a la rectificación del error del contribuyente al ordenamiento tributario.
El Consejo propone:
- Excepcionar o reducir los intereses de demora en determinados casos, siempre en ausencia de dolo.
- Admitir rectificaciones de errores no dolosos o de mala fe tras requerimiento de la Administración.
- Definir cuántos errores se admiten, por impuesto y en cuánto tiempo.
- Considerar el historial del contribuyente a la hora de valorar su responsabilidad.
- Intensificar las actuaciones preventivas que permiten y facilitan la regularización voluntaria.
- Desarrollar códigos de buenas prácticas tributarias.
- Reformar la LGT.
Todos los contribuyentes están obligados a ajustar las cuentas del IRPF con Hacienda durante la campaña de la Declaración de la Renta, momento en el que se pueden cometer algunos errores en el borrador o la presentación.
Aunque en esta situación el contribuyente no tiene intención de defraudar de ningún modo, esta opción no está contemplada por la regulación y, por tanto, la multa es inevitable.
Puedes consultar la propuesta completa aquí.
En todo caso, la propuesta no se refiere específicamente a la rectificación de errores, sino más bien a la posibilidad de regularizar voluntariamente los fallos, para evitar o reducir las consecuencias del incumplimiento.
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